La Comunidad ayuda a productores de almendra a desarrollar estrategias eficaces y sostenibles para luchar contra las plagas
Desde el Imida se trabaja en un ‘Plan integral de manejo fitosanitario del almendro’ que permita mejorar la fitosanidad de las plantaciones de una manera respetuosa y adaptada a las nuevas exigencias medioambientales.
El almendro constituye un cultivo de enorme importancia económica, social y paisajística en la Región de Murcia, con cerca de 82.000 hectáreas, más del 90 por ciento en secano.
Trabajos de los investigadores del IMIDA para detectar plagas en el almendro
La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, a través de Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida) trabaja para desarrollar estrategias más eficaces y sostenibles para luchar de forma integral contra las plagas del almendro.
El director del Imida, Andrés Martínez Bastida, destacó que “el incremento de las temperaturas, las nuevas prácticas de cultivo y los cambios en los requisitos medioambientales y en las herramientas fitosanitarias disponibles ha propiciado el desarrollo poblacional de plagas en un cultivo de gran importancia para la Región”.
“De hecho, productos fitosanitarios especialmente eficaces sobre las plagas y enfermedades habituales y secundarias, han perdido el registro en los últimos años, lo que ha complicado, todavía más, las estrategias de manejo fitosanitario en el cultivo, por lo que era necesario abordar una estrategia integral para dar respuesta a esta necesidad”, aseguró Martínez Bastida.
Para ello, el Equipo de Protección de Cultivos del Imida, con la colaboración del Servicio de Sanidad Vegetal y Organizaciones Profesionales Agrarias, trabaja en un ‘Plan integral de manejo fitosanitario del almendro’, que tiene como objetivo mejorar la fitosanidad de las plantaciones de una manera sostenible y adaptada a las nuevas exigencias medioambientales.
Plagas como la avispilla y el tigre del almendro están siendo abordadas y se han fijado ya estrategias de manejo capaces de minimizar sus daños. Además, se están evaluando otras plagas reemergentes para prevenir o reducir su posible incidencia.
Para el ajuste de las estrategias fitosanitarias a los nuevos riesgos, alteraciones climatológicas, prácticas de cultivo y nuevas exigencias ambientales, es necesario tener un mayor conocimiento de la etología de las plagas y del comportamiento de las herramientas de manejo actualmente disponibles.
“Determinar las medidas de prevención más adecuadas, establecer con precisión los ciclos de las plagas y sus momentos de máxima sensibilidad e integrar las herramientas más convenientes en cada momento (biológicas, tecnológicas y químicas, según los casos), será la base de un control fitosanitario integral y más sostenible”, afirmó el director del Imida.
Paralelamente a los trabajos de campo, los técnicos que desarrollan el proyecto están realizando una intensa labor divulgativa mediante jornadas y charlas dirigidas a técnicos y productores, así como con la publicación en diversos soportes, con la finalidad de transferir los conocimientos derivados de las investigaciones que realiza desde hace varios años, a través de proyectos que ahora se han prorrogado con nueva financiación de los fondos Feder.
Tercer productor de España
La Región de Murcia se sitúa como la tercera zona productora de España, solo por detrás de Andalucía y Extremadura, por lo que su cultivo y las actividades ligadas a él tienen una gran relevancia desde el punto de vista social y económico, generando valor añadido y empleo, ayudando a la fijación de la población en territorios de secano.
En la Región de Murcia, el almendro alcanza una superficie de cultivo de más de 82.000 hectáreas repartidas por toda la Comunidad, con más del 90 por ciento de la superficie en secano. El número de explotaciones de almendra se acerca a las 9.000 y el pasado año la producción fue de unas 26.895 toneladas de almendra (con cáscara) y una producción en pepita de 4.803 toneladas.
“Por ello, mantener la sostenibilidad de estas plantaciones con ayuda de estrategias fitosanitarias viables y sostenibles, que solventen los importantes problemas de plagas a los que están sometidos, es básico para mantener su competitividad y, por lo tanto, su actividad”, afirmó Martínez Bastida.