Antonio, un jubilado de la desaparecida fábrica de explosivos Río Tinto de Cartagena con grave daño pulmonar, encuentra en las visitas de una voluntaria de Fade la única opción de salir a la calle: «La espero como si me tocara la Lotería»
Una receta contra la asfixia llamada Amelia
Antonio, un jubilado de la desaparecida fábrica de explosivos Río Tinto de Cartagena con grave daño pulmonar, encuentra en las visitas de una voluntaria de Fade la única opción de salir a la calle: «La espero como si me tocara la Lotería»