El grupo criminal, asentado en Cantabria y dedicado a la trata de mujeres en varias ciudades del país, captaba a sus víctimas en Latinoamerica mediante un falso trabajo en España para luego informarles de que debían pagar una deuda de 6.500 euros
Obligaban a las mujeres a estar disponibles las 24 horas y a pedir permiso para asearse
El grupo criminal, asentado en Cantabria y dedicado a la trata de mujeres en varias ciudades del país, captaba a sus víctimas en Latinoamerica mediante un falso trabajo en España para luego informarles de que debían pagar una deuda de 6.500 euros