Durante el primer año de vida, los niños requieren visitas frecuentes al pediatra, generalmente cada uno o dos meses. Este periodo es crucial para monitorear su crecimiento, alimentación y desarrollo general, permitiendo detectar cualquier problema de salud a tiempo y mantener un control adecuado del crecimiento. A partir del segundo año, las visitas pueden espaciarse a cada seis meses o anuales, según las necesidades de cada niño.
Las vacunas son esenciales para proteger a los niños de enfermedades graves y deben aplicarse según el calendario de vacunación, en la región de Murcia todas las vacunas están financiadas por el sistema público de salud.
La nutrición también es fundamental en el desarrollo infantil y recomiendo para una correcta salud alimentaria “la dieta mediterránea”. Mantener una dieta equilibrada y nutritiva desde una edad temprana ayuda a establecer buenos hábitos alimenticios que, junto con la práctica de ejercicio físico, evitando el sedentarismo (Tablet, ordenador, etc) nos facilitará un armónico desarrollo de los niños sin necesidad, en general, de otros suplementos.
Cada niño tiene un ritmo de desarrollo único, en la atención primaria los pediatras valoramos el desarrollo físico y cognitivo de los niños. Necesitamos, además, tiempo para poder ejercer una buena evaluación del progreso de los niños, junto a las preguntas que les hacemos a sus padres para complementar el conocimiento de su salud.
Los pediatras realizamos evaluaciones periódicas usando tablas de crecimiento y pruebas de desarrollo, lo que permite detectar cualquier posible retraso y tomar medidas de apoyo de ser necesario.
Las enfermedades más frecuentes cuando comienza la escuela o la guardería son de tipo vírico y suelen cursar con síntomas como fiebre, vómitos, diarrea. La forma de prevenir estas infecciones es la higiene personal, como lavarse las manos (al igual que hicimos con el COVID 19) sin embargo el uso de mascarilla no está indicado en niños pequeños, lo que se recomienda es dejar de llevarlos al colegio hasta que no remiten los síntomas, para evitar contagios.
La bronquiolitis es una enfermedad que se previene con las vacunas en edades muy tempranas y la incidencia de casos casi desaparece, cómo se está demostrando.
La salud mental de los niños es igualmente importante y debe ser atendida desde edades tempranas. No creo que haya más casos ahora de cuestiones de salud mental en niños simplemente que hay más sensibilización social y se diagnostican con más frecuencia.
Si observamos el comportamiento de los niños se advierte fácilmente cuando hay alguna anomalía en la conducta y entonces es el momento de la intervención para abordar la situación.
Los padres pueden ayudar creando un ambiente seguro y comunicativo donde sus hijos se sientan libres de expresar sus emociones, esto requiere dedicarles tiempo.
El desarrollo cognitivo y social en los niños se fomenta principalmente a través del juego. Actividades que requieren habilidades motoras, favorecen su desarrollo físico y mental. También, la interacción social en guarderías o parques ayuda a los niños a aprender a comunicarse y a compartir con otros.