Laciana y Babia: paraísos escondidos. Si estás buscando un rincón donde la naturaleza y las tradiciones se entrelacen, Laciana y Babia, en la provincia de León, te están esperando. Estos valles, rodeados de montañas verdes y poblados con pequeñas aldeas, son el destino perfecto para los que huyen del calor, el clima es fresco y agradable y para quienes disfrutan de la tranquilidad, los paisajes y, por supuesto, la buena comida.
Laciana, con su capital en Villablino, es un valle rodeado por montañas. El paisaje de Laciana está marcado por una mezcla de montañas escarpadas, bosques frondosos y ríos cristalinos. Los bosques de roble, haya y abedul cubren grandes extensiones, proporcionando hábitat a una rica fauna, entre la que destaca el urogallo y el oso pardo, unas especies en peligro de extinción que encuentran en estas montañas uno de sus últimos refugios en la Península Ibérica Aquí el paisaje es tan espectacular como la calma que se respira. Es un paraíso para los amantes del senderismo, donde cada paso te lleva a descubrir ríos cristalinos y una fauna que parece salida de un cuento.
El río Sil, que nace en estas tierras, serpentea por el valle y es testigo mudo de la vida cotidiana en Laciana. Hasta hace pocas décadas, la minería del carbón fue el motor económico de Laciana, moldeando su paisaje y su sociedad.
Babia, por su parte, tiene un aire más místico. Esta comarca, famosa por la expresión «estar en Babia» (un dicho que hacía referencia a los reyes que se retiraban aquí a descansar, alejados de las preocupaciones), es también un santuario natural. Sus pueblos conservan la esencia rural de la montaña leonesa, con casitas de piedra, tejados de pizarra y un ritmo de vida que invita a tomarse las cosas con calma. Esta comarca, que incluye los municipios de Cabrillanes y San Emiliano, está situada en un entorno privilegiado de alta montaña, donde los picos más altos de la Cordillera Cantábrica se elevan sobre valles verdes y pastizales.
Los pastizales de Babia han sido tradicionalmente utilizados para la trashumancia, una práctica que sigue viva y que da lugar a una de las imágenes más características de la comarca: rebaños de ovejas y vacas babianas pastando en libertad, bajo la atenta mirada de los pastores.
El arte de tapear en Laciana y Babia
Además de sus paisajes impresionantes, Laciana y Babia tienen una tradición que hará que te sientas como en casa desde el primer momento: el arte de tapear. Aquí, cuando pides una bebida, no te traen solo el vaso. Los bares y tascas de la zona tienen una costumbre que encanta a todo el que los visita: obsequiarte con una tapa gratis.
Pides un vino o una cerveza, y al momento te llega algo más. Puede ser un platito con embutidos, unas croquetas caseras, un poco de queso local o incluso un guiso de patatas y chorizo. Y lo mejor de todo es que no tienes que pedirlo. Es parte de la hospitalidad local, una tradición que hace que cada parada en el bar se convierta en una pequeña fiesta.
Lo curioso es que los «pinchos» suelen ser generosos. En muchos casos, tras un par de rondas, casi has cenado sin haberte dado cuenta. Es una forma sencilla y cercana de conocer los productos de la zona: cecinas, morcillas, quesos y otros manjares que hacen que cada tapa sea una sorpresa.
Así que, si tienes la oportunidad, visita estos valles y siéntate en uno de sus bares. Pide una bebida y deja que el resto suceda solo. Entre el paisaje, las tapas y la amabilidad de la gente, te aseguro que Laciana y Babia se quedarán en tu memoria, y no solo por su belleza, sino por el sabor que dejan en tu paladar.
¿Qué no te puedes perder?
En Laciana, te recomiendo una visita a Villablino, su capital, donde puedes pasear por sus calles tranquilas y luego sentarte en alguno de sus bares a disfrutar de un buen vino del Bierzo acompañado de una tapa de embutido. Desde allí, puedes aventurarte hacia la montaña para descubrir pueblos como Rioscuro o Caboalles de Abajo o Sosas de Laciana donde parece que el tiempo se detuvo.
En Babia, no dejes de visitar San Emiliano, un pequeño pueblo rodeado de montañas que te invita a respirar aire puro y desconectar del mundo. Cerca de allí está el hermoso lago de Babia, perfecto para una caminata y un picnic. Desde La Cueta tienes la ruta de senderismo de Las Fuentes del Sil. Y si lo tuyo es la aventura, anímate a subir el macizo de Peña Ubiña, uno de los picos más emblemáticos de la zona.
