HISTORIA. LA IGLESIA DE SANTIAGO

2 de mayo de 2025

En el corazón de Lorca, donde antaño los hidalgos levantaron sus viviendas, se erige la Iglesia de Santiago, un templo que narra siglos de historia y devoción. Desde los inicios de la Edad Moderna, el barrio de Santiago fue un lugar de residencia para familias importantes, rivalizando con la cercana parroquia de San Mateo.
De Ermita a Iglesia Barroca
La historia del templo comienza con una pequeña ermita dedicada al Apóstol Santiago, patrón de España, levantada donde cuenta la leyenda predicó el apóstol. Con el tiempo, se decidió construir un nuevo templo para auxilio espiritual de las familias que allí se asentaron. Sin embargo, el pequeño templo renacentista no perduró más allá del siglo XVIII debido a su mal estado.
A mediados del siglo XVIII, específicamente en 1745, se comenzó la edificación de la actual Iglesia de Santiago. Aunque el proyecto original de la portada y las torres quedó inacabado, la iglesia se erigió como un importante templo barroco. En 1940 se terminó la pequeña torre campanario que hoy caracteriza su silueta.
Un Templo a Prueba del Tiempo… y las Adversidades
La Iglesia de Santiago, a lo largo de su historia, ha debido enfrentar no solo el paso del tiempo, sino también diversas calamidades que han puesto a prueba su estructura y la fe de la comunidad lorquina.
Lorca es una zona sísmica, y la iglesia ha sufrido daños por terremotos a lo largo de su historia, incluyendo uno notable en 1674.
Además del desgaste natural, la iglesia también se vio afectada por varios incendios uno que ocurrió en 1911, concretamente un 29 de abril obligando a restaura la iglesia y cerrarla hasta 1915 .El mas devastador se produjo en el contexto de la guerra civil en 1936 Este incendio causó daños significativos arrasando todo el interior
En 1940 volvio a ser reconstruida y se volvio a actuar sobre ella en 1994.
El Terremoto de 2011 y la Restauración
Uno de los episodios más devastadores en la historia reciente de la Iglesia de Santiago fueron los terremotos de 2011. Estos seísmos causaron graves daños, perdiendo prácticamente toda la techumbre a excepción de la parte del coro. Este suceso marcó un antes y un después en la historia reciente del templo, causando una gran herida en el patrimonio de Lorca.
A pesar de la destrucción, la restauración posterior permitió la reintegración de algunos elementos originales de la iglesia, así como el descubrimiento de pinturas murales, añadiendo nuevas capas de valor histórico y artístico al edificio.

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