Tunel del Tiempo. Los Brincos

2 de mayo de 2025

Se han cumplido 60 años de la fundación de Los Brincos, el grupo español que marcó una época. Se fundó en 1963 y, tras cambios en sus componentes, se disolvió en 1971. Hubo una reunificación entre el año 2000 y 2003, año en que falleció (el 5 de julio), a los 62 años, Fernando Arbex, su líder y principal compositor. Actualmente, Miguel Morales, miembro de una de sus últimas formaciones, continúa manteniendo vivo el legado del grupo.
La formación clásica original estaba compuesta por Fernando Arbex en la batería, Manuel González en el bajo eléctrico, Juan Pardo como voz y guitarra eléctrica, y Antonio Morales «Junior» también en voz y guitarra eléctrica.
En sus inicios, con un sonido claramente influenciado por bandas como Los Beatles y Los Monkees, fueron conocidos como «Los Beatles españoles». Es importante recordar que en aquellos tiempos, si bien compartían ecos con grupos como Los Mustang, Deep Purple y The Rolling Stones, fueron desarrollando una personalidad musical propia y distintiva a medida que avanzaba la década de los 60.
Una característica que los diferenciaba visualmente era el uso de capas españolas y cascabeles en su imagen.
Juan Pardo y Junior provenían de otro reconocido grupo: Los Pekenikes. Tras su salida de Los Brincos, formaron un exitoso dúo entre 1966 y 1969, a pesar de su corta trayectoria de tan solo seis sencillos, pero llena de éxitos. Su último hit fue «Anduriña», una balada que emocionó profundamente a Pablo Picasso, quien realizó un boceto que ilustró la contraportada de su disco.
Quienes vivimos aquellos años recordamos los guateques improvisados en casas particulares, aprovechando las terrazas o los patios cuando hacía buen tiempo para ganar espacio. Y el tocadiscos de maleta, las luces de colores a veces accionadas por pulsadores de timbre, hechas de forma artesanal con bombillas y papel de celofán de colores… Los rincones con menos luz, donde se acurrucaban las parejas y el único «pecado» que cometíamos era que a veces tomábamos alguna copa de más. Era un mundo bastante inocente comparado con el actual. Eso sí, las chicas a las 10 en su casa y a los chicos, nos solían dejar hasta las 12.