Valdeinfierno:Un embalse bicentenario con Alma de Centinela de Lorca

12 de junio de 2025

Diseño y Construcción Inicial (Siglo XVIII-XIX):
Impulsores: La idea surgió de la necesidad de asegurar el riego en la fértil vega de Lorca y, crucialmente, de proteger la ciudad y las zonas agrícolas de las devastadoras riadas del río Luchena. Figuras clave como Don Juan de Villanueva, un renombrado arquitecto de la época, y Don Jerónimo Martínez de Lara, ingeniero, estuvieron detrás del proyecto inicial.
Materiales y Técnicas: La construcción original empleó principalmente mampostería de piedra, un material abundante en la zona. Las técnicas de construcción eran las propias de la época, con una gran dependencia de la mano de obra y el uso de materiales locales.
Primeros Problemas: El diseño inicial presentaba desafíos, especialmente en lo referente a las compuertas de desagüe. Estos problemas técnicos llevaron a la acumulación de sedimentos tras la primera gran avenida, lo que limitó significativamente la capacidad útil del embalse durante un tiempo considerable.
Reconstrucción y Modernización (Siglos XIX-XX):
Recrecimiento de 1897: La perseverancia en la necesidad de esta infraestructura llevó a la importante obra de recrecimiento que finalizó en 1897. Esta intervención buscó aumentar la capacidad del embalse y mejorar su funcionalidad.
Instalación de Compuertas de Fondo (1953): Un hito crucial fue la instalación de las compuertas de fondo en 1953. Esto permitió un control más efectivo del agua embalsada, facilitando la gestión de los caudales para riego y la evacuación de sedimentos, algo que había sido un problema histórico.
Reformas de los Años 60: En la década de 1960, en el contexto de planes generales para la mejora del regadío en la zona, se llevaron a cabo nuevas reformas. Estas probablemente incluyeron mejoras en los sistemas de control, caminos de acceso y otras infraestructuras asociadas al embalse.

Características Técnicas:
Tipo de Presa: La presa de Valdeinfierno es una presa de gravedad de mampostería. Este tipo de presa se basa en su propio peso para resistir la presión del agua.
Capacidad: A lo largo de su historia, la capacidad del embalse ha variado debido a las sucesivas reformas y la acumulación de sedimentos. Inicialmente se proyectaron 16,5 hm³, pero la capacidad útil actual es menor debido a la sedimentación histórica.
Cuenca de Drenaje: El embalse recoge las aguas de la cuenca del río Luchena, un afluente importante del río Guadalentín. La pluviometría en esta cuenca es típicamente mediterránea, con periodos de sequía y lluvias torrenciales ocasionales, lo que subraya la importancia de una infraestructura de regulación hídrica.
Vertedero: El embalse cuenta con un vertedero para evacuar el agua excedente en caso de grandes avenidas, garantizando la seguridad de la presa.
Protección contra Avenidas:
Las riadas de 1973 y 2012 demostraron su valía en la laminación de avenidas, protegiendo las zonas aguas abajo de daños mayores. Esta función sigue siendo relevante en una región propensa a episodios de lluvias intensas.
El embalse de Valdeinfierno es mucho más que una simple infraestructura hidráulica. Es un testigo de la historia de la lucha por el agua en Lorca, un ejemplo de la adaptación a los desafíos naturales y una infraestructura que ha evolucionado a lo largo de los siglos para seguir cumpliendo funciones esenciales para la región. Su belleza actual, realzada por las recientes lluvias, es un recordatorio del poder vital del agua en un entorno donde históricamente ha sido un bien escaso.

A veces basta con unas semanas de lluvia para que la naturaleza nos recuerde su capacidad de transformación. Quien se haya acercado tras las lluvias al pantano de Valdeinfierno, en las pedanías altas de Lorca, habrá podido comprobar con sus propios ojos que las tonalidades ocres y terrosas habituales han dado paso a una explosión de verdor. En esos días, el paisaje recuerda más a los rincones del norte de España que al sureste árido y soleado al que estamos acostumbrados.
Las lluvias de los pasados meses han obrado su magia en los paisajes de Lorca. Este fenómeno no es nuevo, pero nunca deja de sorprender. Cuando las lluvias son generosas obran su magia, las tierras de Lorca se transforman y el agua se convierte en protagonista silenciosa de un espectáculo efímero y hermoso.
Con una capacidad de unos 4 hectómetros cúbicos, el embalse no se encuentra habitualmente lleno. Solo en años muy lluviosos o tras tormentas importantes llega a recoger cantidades significativas de agua. De ahí que verlo con agua sea casi un acontecimiento para quienes conocen su aspecto habitual: seco, pedregoso, con vegetación dispersa.
Un paraje singular
Situado en un entorno montañoso, rodeado de pinares y vegetación autóctona, Valdeinfierno es también un enclave interesante para senderistas y amantes de la naturaleza. Su entorno ha sido objeto de algunas actuaciones de reforestación, y es habitual encontrar flora como el romero, el tomillo o la sabina, junto con aves rapaces y pequeños mamíferos.
Verlo verde y con agua, como ha sucedido en estas últimas semanas gracias a las lluvias, es un regalo. Una imagen que descoloca, emociona y nos recuerda que el agua es mucho más que un recurso: es vida, es paisaje, y también es memoria.

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