Limusa ha ahorrado a los lorquinos casi un millón de euros tras asumir el impuesto al vertido del Gobierno Central
El balance de la entidad tras el cierre del ejercicio 2023 aporta 105.000 euros en pérdidas, por asumir íntegramente más de 900.000 euros en impuestos que hubieran repercutido en los ciudadanos
El concejal de Limusa, Juan Miguel Bayonas: “Llevamos asumiendo ese canon desde su implantación, pero ya no podemos soportar ese añadido; primero por la propia Ley y, segundo, por la difícil coyuntura económica generada por el Gobierno Central”
Por otro lado, el año pasado la empresa invirtió un millón de euros y sumó un total de 363.000 euros en concepto de ingresos
Lorca, 21 de marzo de 2024. El concejal de Limusa, Juan Miguel Bayonas, ha hecho público, en la mañana de este jueves, el balance anual tras el cierre del ejercicio 2023 por parte de la empresa municipal, cuya clave radica en “el ahorro a los ciudadanos de casi un millón de euros”.
Según ha explicado el edil, “el balance anual aporta un dato negativo de 104.834 euros; sin embargo, el eje sobre el que pivota esa cifra es, fundamentalmente, el impuesto por parte del Estado sobre el vertido de los residuos; además del encarecimiento de los servicios y el incremento de masa salarial”.
Concretamente, el Impuesto sobre Depósito de Residuos en Vertederos, Incineración y Coincineración de Residuos está regulado por la Ley 7/2022 de 8 de abril, en este caso, de residuos y suelos contaminados para una economía circular; constituyéndose como un tributo de naturaleza indirecta que recae sobre la entrega de residuos en vertederos para su eliminación, siendo los contribuyentes las personas físicas o jurídicas que hacen entrega de ese residuo.
En el caso de Lorca, “la cuota media es de 30 euros por tonelada para el residuo urbano doméstico, lo que en términos globales supone, concretamente, 971.120,37 euros en todo el ejercicio contable de 2023, cifra que ha afrontado directa e íntegramente la empresa municipal, evitando que repercuta en el ciudadano vía impuesto”, ha aseverado Bayonas.
“Como vemos, las pérdidas no superan ni de lejos el montante amortiguado. Y tampoco se acercan, ni mucho menos, a los más de 420.000 euros de pérdida que tuvo Limusa en 2020, cuando no existía este impuesto. O a los datos de 2021, cuando la empresa arrancó el año ya con un déficit de más de 660.000 euros por no tener presupuesto asignado, teniendo que ser ‘rescatada’ en dos ocasiones, lo que supuso un gasto extra para los lorquinos de 850.000 euros. Limusa es una empresa que debe ser gestionada con rigor y responsabilidad”.
“Hemos querido aguantar hasta el último momento para no trasladar al bolsillo de los lorquinos ese impuesto de Sánchez, pero es imposible que la entidad continúe asumiéndolo, no solo por la entrada en vigor de la Ley de Vertidos, sino también por la coyuntura económica generada por el Gobierno Central”. Y es que el encarecimiento de los contratos tanto de servicios como de suministros también ha influido.
“Son numerosas las licitaciones que han tenido que sacarse, nuevamente, a concurso ante la falta de ofertas, porque el precio sustentado sobre el cálculo de años anteriores ya no resultaba válido. Esto se ha visto, especialmente, en el caso de suministro de vehículos y de maquinaria, además de en la mano de obra especializada”, ha añadido el edil, que ha puntualizado que “también, pero en menor medida, ha afectado para este dato negativo la cuenta de gastos de personal, incrementada, principalmente, por la subida salarial anual y las actualizaciones de antigüedad de la plantilla, además de por la contratación, tanto altas nuevas como por la sustitución de bajas por IT en los diferentes departamentos, lo que supone un incremento de gasto respecto al ejercicio anterior de 777.000 euros”.
En cuanto a inversiones, Limusa abordó durante 2023 unas inversiones totales de un millón de euros, entre las que destacan la construcción de la nueva balsa de lixiviados de 9.500 metros cúbicos, el SAE para el transporte urbano, un innovador sistema de control de accesos al Parking de San Vicente y un camión basculante para recogida selectiva.
En lo referente a ingresos, estos aumentaron por la venta de materiales recuperados en planta de tratamiento de residuos, por valor de 300.000 euros, y por un mayor uso del autobús urbano, que permitió facturar 63.000 euros más; sumando un total de 363.000 euros.
Este año, la reducción del gasto, principalmente, se ha obtenido mediante medidas de contención y optimización en cada uno de los departamentos ya que los precios al alza en un mercado marcado por un contexto nacional económico muy duro no han permitido una bajada ni en servicios ni en suministros.
El edil ha querido concluir recordando que, este año, “Limusa cuenta con el presupuesto más alto de la historia, aprobado en el primer año de puesta en marcha del nuevo mandato por este equipo de Gobierno, por un importe superior a los 21 millones de euros, advirtiendo, en el caso concreto que nos atañe, que este presupuesto si incluye las partidas correspondientes al Impuesto sobre Depósito de Residuos en Vertederos, Incineración y Coincineración de Residuos y el de Gases de Efecto Invernadero; cuya la cifra recaudada -de este último- irá destinada a programas de refuerzo y optimización de los sistemas de recogida y tratamiento de gases, así como al aumento de las redes de vigilancia, frecuencias y parámetros de control. E insisto; en las últimas semanas, hemos escuchado determinadas declaraciones intentando confundir a la ciudadanía en relación a la subida del 22% en la tasa de basura por parte del alcalde, Fulgencio Gil. Fulgencio Gil no hace leyes, las cumple. Recordemos que esta subida viene impuesta por Europa y aplicada en España por el Gobierno Central”.
Bayonas tampoco ha querido olvidar “la incorporación de nuevo personal en la empresa, lo que permitirá ampliar el servicio de limpieza viaria, tanto en el casco urbano como en pedanías; y recordar, que por mucho que algunos se empeñen en señalar a Lorca como una ‘ciudad sucia’, nada más llegar al Consistorio, el pasado mes de junio, tuvimos que activar un plan especial integral de limpieza, la ‘Operación Deshollino’, tanto en el casco urbano como en pedanías: 14 semanas y un total de 80 jornadas efectivas para baldeo, fregado de aceras y plazas y desbroce de la vía pública, con cubas, fregadoras, barredoras, hidrolimpiadoras y hasta un camión lavacontenedores”.